Emoción y orgullo de sector en el homenaje a las Sagas Familiares de Otea en su Gala anual
Otea celebró el 29 de Octubre su gala anual en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo con un emotivo acto al que acudieron conocidas personalidades de la política, la empresa y la sociedad civil y en el que se reconoció el trabajo de once sagas de familias hosteleras de la región.
Otea premió a la siguientes familias por su dedicación histórica a la hostelería: familia Manzano (Casa Marcial, Parres, Gijón, Oviedo); familia Busta (Casa Eutimio, Lastres); familia Morán (Casa Gerardo, Prendes, Carreño); familia Lobato (Casa Lobato, Oviedo); familia Gil (Casa Fermín, Oviedo); familia García (Casa Consuelo, Valdés); familia Menéndez (Casa Lula, El Crucero, Tineo); familia Riginelli Caso (La Pondala, Gijón); familia Loya (Grupo Deloya Gastronomía, de Javier Loya y Restaurante Real Balneario de Salinas, ed Isaac Loya); familia Antón (Casa Conrado, Oviedo) y familia Arias Pérez (Restaurante Casa Emburria, El Crucero, Tineo).
Representantes de todas estas dinastías tuvieron ayer su momento de gloria, en una gala ágil presentada por David Fernández-Prada y que sirvió para comprobar el buen estado de salud de la gastronomía asturiana.
Pedro Morán, de Casa Gerardo, tomó la palabra en nombre de todos los premiados, «tremendamente orgullosos de este reconocimiento» e hizo un llamamiento de cara al futuro de la hostelería. «La cocina asturiana pasa por uno de sus mejores momentos, lo seguimos haciendo bien y no podemos bajar los brazos. Hay que seguir apostando por Asturias y tenemos que seguir explotando nuestras virtudes, porque el sector es uno d los culpables del crecimiento del turismo», finalizó Morán, muy aplaudido.
«Estar en una saga es un privilegio, pero también una importantísima preocupación por no fallar a los que estaban antes que tú. En las sagas familiares hay más jefes que padres, más negocios que familia», ahondó Almeida, que en su discurso se detuvo para hablar de las madres.
«Las sagas hosteleras son las empresas familiares más difíciles de gestionar y lo digo yo, por experiencia. Cuando chocamos los hermanos, o entre padres e hijos, el lío está asegurado. Pero cuando todo parece roto, surge siempre la figura de la madre, que siempre está en los momentos más difíciles para salvaguardar la familia y el negocio», enfatizó el presidente de Otea, que además hizo una defensa de los hosteleros. «No somos de los que abandonamos Asturias cuando las cosas se ponen feas. Por eso le debemos tanto a esas sagas familiares, ejemplo de sacrificio, constancia y trabajo».
Almeida aprovechó el acto «para hablar de mi libro» y, ante la presencia de Gimena Llamedo, vicepresidenta del Principado, que tiene la competencias de turismo, recordó que «hay abierta una convocatoria única de más de 11 millones, y eso lo ha peleado la Vicepresidenta y la Viceconsejera de Turismo (Lara Martínez) y hay que aprovecharlo, por eso le doy las gracias», finalizó Almeida.
Antes de que tomase la palabra el presidente de Otea intervino Alfredo Canteli, alcalde de Oviedo, que se mostró orgulloso de que la ciudad sea capital gastronómica y lo relacionó con los premiados.
«Negocios hosteleros de toda la vida en los que, al traspasar sus puertas, la experiencia gastronómica de la que hablaba al principio, trasciende lo simplemente culinario para aportar matices singulares que enriquecen no solo la visita al lugar en cuestión, sino a todo el sector», destacó el Alcalde. «Sois los grandes culpables de que la cocina asturiana destaque como lo hace y sois, no me cabe la menor duda, una fuente de inspiración para las nuevas generaciones», destacó.
Gimena Llamedo, vicepresidenta del Principado, indicó que «queremos que la gastronomía asturiana siga ocupando el lugar que merece en el panorama nacional, construyendo también un nombre propio en el internacional, y siempre sin perder de vista nuestras raíces» e hizo un repaso del buen momento turístico.
«Por primera vez hemos superado los 2 millones de turistas y los 5 millones de pernoctaciones en los dos primeros cuatrimestres del año», presumió Llamedo, relacionándolo a su vez con el empuje de los hosteleros.
José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, entregó varios premios y antes del acto describió un buen momento del sector, con «récord de empleo, aunque con falta de personal». Yzuel protagonizó uno de los momentos de la tarde-noche ya que en la cena posterior al acto, Otea le otorgó la insignia de oro.